Invierno muy marcado por las nevadas de diciembre y enero. Pluviometría importante hasta finales de mayo con tiempo frío, nevando otra vez el 15 de abril. Desborrado a principio de mayo y floración a mediados de junio.
Gracias al tiempo frio y húmedo, el viñedo evito el oídium y el mildiu. El buen tiempo acompañó durante la floración, lo que, unido a un buen ligado, dio como resultado una carga importante y uvas grandes.
El verano fue marcado por varias tormentas importantes, una ola de calor a principio de agosto y buen contraste de temperaturas día-noche en septiembre, hasta 32 grados el día 23. Estas condiciones favorables se mantuvieron durante la vendimia, del 8 al 20 de octubre.
Intenso trabajo vitícola durante el verano para controlar los posibles ataques de enfermedades propiciados por las tormentas y el vigor del viñedo característico de esta añada. Ciertas parcelas han sido recorridas hasta cinco veces para realizar vendimia en verde hasta pocos días antes de la vendimia.